Cuando un individuo se encuentra ante una circunstancia que es capaz de provocar emociones intensas, estas pueden evitar que actúe razonablemente y recurra a la violencia. Si en este acto se le ocasiona la muerte a otra persona, puede ser imputado por homicidio voluntario, el cual contempla sanciones menores que el asesinato, pero de igual forma acarrea consecuencias para el condenado, entre las cuales destacan un periodo considerable de privación de libertad.
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¿Cuál es la definición legal del delito?
Cuando un individuo acaba con la vida de otro o es sospechoso de llevarlo a cabo, la fiscalía procede a imputar cargos por asesinato. Asimismo, el asesinato es un delito grave que consiste en matar a un individuo deliberada y maliciosamente, lo cual significa que la fiscalía debe demostrar que estos elementos estuvieron presentes en el caso concreto para que pueda ser declarado culpable.
Sin embargo, cuando la fiscalía no logra probar la existencia de esta malicia previa al acto, o el abogado negocia un acuerdo de culpabilidad, el cargo se reduce a homicidio voluntario.
De conformidad con el artículo 192 a PC, el homicidio voluntario tiene lugar cuando el perpetrador es provocado por otra persona, por lo que actúa inmediatamente como reacción a dicha provocación, y le ocasiona la muerte, sin que haya existido una intención previa de que esto ocurriera. En este sentido, debe entenderse que constituye una provocación; cualquier acto o expresión oral realizada por un individuo que causa una intensa emoción al perpetrador y un consecuente acto impulsivo por parte de este.
En los casos de homicidio voluntario, las siguientes son las circunstancias más comunes:
- Al actuar en defensa propia, emplear una fuerza mayor a la suficientemente necesaria sobre el agresor y ocasionar la muerte, lo cual se considera una legítima defensa imperfecta.
- Matar a una persona en el calor del momento.
- Matar a una persona durante una pelea repentina.
Este delito constituye un delito grave. Sin embargo, acarrea sanciones menores que otros delitos vinculados, y la posibilidad de que se imponga una libertad condicional anticipada.
Un acusado únicamente puede ser condenado por este delito si la fiscalía demuestra sus elementos por encima de toda duda razonable. A continuación, conoceremos cuáles son.
- Matar a alguien obrando intencionalmente.
- Obrar con una indiferencia consciente hacia la vida humana.
La circunstancia más común en que suelen presentarse cargos por este delito son las peleas repentinas. Si un individuo le ocasiona la muerte a alguien en una situación similar y le imputan cargos por asesinato, debe probar lo siguiente para que estos se reduzcan a homicidio voluntario.
- La víctima lo provocó.
- Actuó precipitadamente debido a tal provocación, lo cual significa que se encontraba bajo una emoción tan intensa que afectó su capacidad de razonar.
- Una persona promedio en la misma situación hubiese actuado impulsivamente, sin el razonamiento debido.
Debido a que el homicidio voluntario tiene lugar cuando el perpetrador reacciona impulsivamente ante una provocación inmediata, la fiscalía debe determinar adicionalmente el periodo transcurrido entre la provocación y el asesinato. Si el acusado tuvo tiempo para calmarse y recuperar su capacidad de pensar razonablemente y aun así acabó con la vida de la víctima, será culpable de asesinato.
Por ejemplo, Diego observa cuando 4 hombres armados entran a su vivienda al saltar el muro que la separa de la calle. Al verlo, estos individuos amenazan con matarlo y comienzan a destruir los objetos que se encuentran cerca. Por lo que Diego toma su arma de fuego y acaba con la vida de 3 de estos cuatro hombres.
En este ejemplo, Diego puede alegar que no tenía una intención de matar a estos hombres antes de que ocurriera el hecho, sino que simplemente actuó en el calor del momento como reacción al temor que los hombres le provocaron. Además, puede utilizar el argumento de la legítima defensa debido a que un individuo razonable en su posición, también hubiese temido por su vida y por lo tanto actuado de la misma forma.
Ahora supongamos un escenario distinto. Al llegar a su casa, Sergio encuentra a su novia siéndole infiel con otro hombre, se enoja enormemente, pero decide abandonar el lugar. Horas más tarde, le escribe a su novia para encontrarse en un lugar aislado, y estando allí le disparó, provocando la muerte. En este caso, se le imputará el delito de asesinato debido a que la serie de actos que llevó a cabo refleja una malicia previa al hecho.
Es importante destacar que la provocación siempre debe provenir de la víctima para que se le imputen cargos por homicidio voluntario. Dado que, si el motivo de la provocación es un factor externo, también sería considerado asesinato. Un ejemplo de ello es asesinar al hijo de una persona tras ser provocado por esta.
¿Cuáles sanciones contempla el delito?
Este hecho punible constituye un delito grave, para el cual están previstas las siguientes sanciones:
- Una pena de prisión estatal de 3, 6 u 11 años.
- Una multa máxima de $10.000.
- Servicio comunitario obligatorio.
- La privación de sus derechos de propiedad y porte de armas.
- La incorporación de un strike a su registro delictivo, en virtud de la Ley de los Tres Delitos y Fuera.
¿Cuáles son las posibles estrategias defensivas?
Si se han presentado cargos en su contra por este crimen, es crucial que cuente con un abogado con experiencia en delitos violentos. Este se encargará de exponer su versión de los hechos ocurridos y elaborará una estrategia defensiva adecuada a su caso. Para ello, recabará sus propias evidencias para demostrar su inocencia, las cuales pueden incluir los testimonios de testigos expertos y personas que hayan presenciado los hechos.
Algunos de los argumentos defensivos que su abogado puede emplear para lograr que los cargos sean reducidos o sea absuelto de los mismos, son los siguientes:
- Legítima defensa. La ley permite que cualquier persona se defienda ante un acto que represente una amenaza para su seguridad o la de alguien más. Además, establece que no es necesario que esta intente escapar de dicho peligro, incluso teniendo la posibilidad, para que se verifique la legítima defensa.
Sin embargo, deben probarse una serie de requisitos para que esta sea válida, los cuales son los siguientes:
- El acusado pensaba que él u otro individuo se encontraban ante un peligro inminente de sufrir un daño o morir.
- Tal pensamiento era razonable.
- El acusado pensaba razonablemente que era necesario utilizar la fuerza.
- La magnitud de la fuerza que utilizó era razonable dadas las circunstancias.
La fiscalía tendrá la carga de demostrar que no actuó en ejercicio de la legítima defensa. Es importante resaltar que la legítima defensa imperfecta, entendida como una creencia sincera pero irrazonable de estar ante un peligro inminente, no es suficiente para ser absuelto de los casos, aunque esta es útil si está siendo acusado de asesinato y pretende que se reduzcan a un homicidio voluntario.
- Arresto ilegal. En algunas ocasiones, se llevan a cabo arrestos contrarios a la ley, tras los cuales se imputan cargos por homicidio involuntario a personas inocentes. Este arresto ilegal puede deberse a un error de identidad, o falsas acusaciones.
Por su parte, es posible que los testigos o la policía lo identifiquen erróneamente, lo cual suele deberse a que sus características físicas son similares a las del perpetrador o usted se encontraba en el sitio donde ocurrió el delito. Si su abogado defensor sospecha que usted es víctima de una identificación errónea, procederá a interrogar a los testigos presentados por la fiscalía, y recabará la información pertinente que pueda ayudarlo a revelar la verdad sobre lo sucedido.
Por ejemplo, si era sospechoso por encontrarse en la escena del crimen, su abogado puede solicitar las grabaciones de las cámaras de vigilancia del lugar y sus alrededores. Además de interrogar al fiscal que efectuó el arresto sobre el motivo del mismo.
Las falsas acusaciones también son una causa común de los arrestos indebidos. En estos casos, un individuo acusa a otro de haber matado a la víctima debido a que es el perpetrador real y desea desviar la atención, o simplemente como un acto de venganza. Sin embargo, puede combatir estas acusaciones al proporcionar una coartada, lo cual consiste en demostrar donde se encontraba cuando ocurrió el hecho.
Además, su abogado interrogará a la persona que lo vinculó a los hechos con el fin de encontrar discrepancias en sus declaraciones e indagar en las mismas.
- Confesión forzada. Si la policía o un tercero interesado en el caso lo obligó a confesar haber cometido el delito, estas declaraciones son inadmisibles como evidencia en el juicio. Por lo que debemos tener en cuenta que, por confesión coaccionada, se debe entender aquella que es obtenida por los siguientes medios:
- Amenazas al sospechoso o a su familia.
- Infligir tortura al sospechoso hasta que admita haber cometido el delito.
- Negarle comida y alimentos durante un largo interrogatorio.
- Continuar el interrogatorio luego de que ha invocado sus derechos Miranda.
- Prometer que se impondrán sanciones menores si confiesa haber cometido el delito.
Una confesión forzada es contraria a los principios éticos que deben cumplir los funcionarios policiales. Por lo que, sí fue obligado a confesar, su abogado puede presentar una moción para suprimir evidencia. Si esta es aprobada, la fiscalía deberá recabar otras evidencias para respaldar sus acusaciones y demostrar su culpabilidad.
Además, el abogado puede impugnar cualquier confesión obtenida antes de que la policía efectuará la lectura de sus derechos Miranda. En este caso, las declaraciones no podrán presentarse como evidencia, lo cual puede conducir a que, debido a que no existan suficientes evidencias para demostrar el homicidio voluntario, se reduzcan los cargos a homicidio involuntario.
Ahora bien, si emite una confesión voluntaria, será condenado, aunque también existe la posibilidad de que se le impongan sanciones menores dependiendo de las circunstancias específicas del caso.
- Conducta indebida de la policía. En algunos casos, la policía lleva a cabo conductas ilegales que afectan el curso del caso. Estas incluyen las siguientes:
- Sembrar evidencias.
- Retirar evidencias de la escena del crimen sin dejar constancia de las mismas.
- Falsificar evidencias.
- Alterar la escena del crimen.
- Permitir que el sospechoso escape del sitio de los hechos.
- Conceder declaraciones falsas en el tribunal.
- Falsificar informes policiales.
Los actos ilegales por parte de la policía constituyen una violación de los principios legales y profesionales que deben obedecer. Es por esto que las evidencias derivadas de tales conductas son inadmisibles en el tribunal.
Es importante destacar que la gravedad de esta conducta determina las consecuencias que tendrá sobre el caso. Por ejemplo, si se trata de evidencias sembradas por los funcionarios policiales para inculparlo, los cargos serán desestimados. En tanto que si la conducta ilegal de la policía consistió únicamente en conceder declaraciones falsas, pero existen otras pruebas que sugieren que usted es culpable, entonces el tribunal se limitará a excluir el testimonio del policía.
La exclusión de este testimonio tendrá un gran impacto en el proceso judicial, especialmente si esta era la evidencia principal de la fiscalía para respaldar sus acusaciones. Además, en el supuesto de que sea declarado culpable, este puede servir de fundamento para interponer un recurso de apelación contra la sentencia condenatoria ante un tribunal superior.
- Evidencias forenses erróneas. La fiscalía suele sustentar las acusaciones de asesinato y homicidio voluntario en evidencias forenses, las cuales incluyen cabello, fluidos corporales, restos de uñas encontradas en la escena del crimen, y otras evidencias físicas, tales como huellas.
Sin embargo, estas pruebas pueden ser inexactas, lo cual conduce a un arresto y condena injusta. Algunas causas de una evidencia forense incorrecta, son las siguientes:
- Alguien sembró la evidencia.
- Alteración de evidencias.
- Manejo indebido de la evidencia.
- Contaminación de las muestras.
Su abogado investigará el método utilizado en la obtención, manejo y documentación de evidencia forense con el fin de identificar indicios de que se han incumplido las normas estipuladas en la ley.
Además, puede evaluar el informe policial en búsqueda de discrepancias y presentar el testimonio de otros expertos forenses con la finalidad de que declaren sobre la credibilidad de la evidencia presentada en su contra. Además de solicitar que las muestras sean analizadas nuevamente si sospecha que el resultado es incorrecto.
- Se trató de un accidente. Si la muerte de la otra persona ocurrió accidentalmente, no puede ser declarado culpable por homicidio voluntario. Supongamos que dos sujetos están discutiendo, cuando uno de ellos se resbala y cae por las escaleras que se encuentran detrás de él, golpeándose gravemente la cabeza, y muriendo segundos después. En tal caso, el otro individuo no sería responsable de la muerte.
Para que esta defensa sea útil, debe demostrar lo siguiente:
- No tenía la intención de causarle daño o matar a la víctima.
- No actuó negligentemente.
- No incurrió en una conducta ilegal.
Si acaba con la vida de alguien accidentalmente, no está quebrantando la ley. Sin embargo, en el supuesto de que estuviese llevando a cabo un acto ilegal, es posible que se le impute el delito de homicidio involuntario; siempre que no se trate de un delito grave, o un acto legal que pone en riesgo la vida humana. Este acarrea sanciones menores, siendo su pena máxima de 4 años de prisión.
- Registro e incautación ilegal. Cualquier evidencia que sea obtenida por medio de registros y consecuentes incautaciones contrarias a la ley resultan inadmisibles en el tribunal. Es por esto que puede impugnar las pruebas que fueron obtenidas por la policía sin tener una orden emitida por un juez para su búsqueda, o si se transgredió el alcance de la orden judicial. Este sería el caso si la policía tenía una orden que la facultaba únicamente para el registro de su vivienda, pero los funcionarios también revisaron su vehículo y encontraron evidencia en el mismo.
Es importante destacar que la ley permite que los funcionarios policiales lleven a cabo un registro de sus bienes sin la necesidad de una orden judicial si usted ha otorgado su consentimiento para ello. De lo contrario, es imprescindible que actúen con la orden.
- Enfermedad mental. Debido a que la responsabilidad penal depende significativamente de la capacidad de discernimiento del autor del hecho, un individuo con demencia u otra enfermedad mental no puede no ser responsable penalmente, por no poder reconocer que está llevando a cabo una conducta indebida.
Si pretende implementar esta defensa, debe declararse no culpable por motivo de enajenación mental. Esta aplica tanto para las enfermedades mentales temporales, como permanentes.
Cabe destacar que debe informar a su abogado sobre sus planes de emplear esta defensa, debido a que tendrá la carga de demostrar que padecía la enfermedad en el momento de la comisión del delito. Generalmente, el tribunal lleva a cabo una audiencia en la que se presentan los testimonios de testigos expertos, con la finalidad de que confirmen su afección y brinden los detalles sobre la misma. Así como también sus síntomas, y los efectos de esta sobre su conducta.
En este sentido, el jurado examinará las circunstancias del delito para determinar si padecía la enfermedad cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, debe tener presente que esta defensa no será válida si llevó a cabo la conducta como consecuencia de haber estado ebrio, o consumido drogas.
- Consumo involuntario de alcohol o drogas. Debido a que encontrarse en estado de ebriedad puede afectar significativamente su capacidad de razonar, esto puede ocasionar que actúe impulsivamente o tenga una reacción exagerada ante ciertas situaciones. Por lo que puede alegar esta defensa si alguien lo embriagó o drogó en contra de su voluntad, ya sea directamente o por medio de engaños.
Aunque esta defensa no excluye la responsabilidad penal, puede ayudar a que se le impongan sanciones menos restrictivas.
¿Cuáles delitos se relacionan con éste?
Existen ciertos delitos regulados en la ley de California, que están estrechamente vinculados, pudiendo ser imputados adicionalmente, o de forma alternativa al que hemos explicado. A continuación, conoceremos cuáles son.
- Asesinato. Art. 187 CP. De conformidad con esta disposición, es posible procesar a un individuo de asesinato en primer grado cuando este le ha provocado la muerte a otra persona intencionalmente y obrando con premeditación. Mientras que, puede ser acusado de asesinato en segundo grado si le ocasiona la muerte a otro al obrar sin premeditación, o realiza una conducta imprudente con una indiferencia consciente hacia la vida humana.
La diferencia entre este y el homicidio voluntario radica en que en este último el perpetrador le provoca la muerte a una persona al realizar una conducta ilegal, pero sin que exista malicia, entendida como una intención de causar la muerte previa al hecho.
- Asesinato de Watson. Si un individuo ha sido condenado previamente por un DUI y le ocasiona la muerte a otro mientras conduce ebrio, puede ser imputado por el delito de asesinato por DUI, también conocido como asesinato de Watson.
Para que sea condenado, la fiscalía debe demostrar que llevó a cabo un acto intencional que le causó la muerte a otra persona, lo cual significa que condujo ebrio deliberadamente. Además, que obró con una indiferencia consciente hacia la vida humana y a sabiendas de que las consecuencias naturales y probables de su acto eran peligrosas para la vida humana.
Este delito es un tipo de asesinato en segundo grado y sus sanciones incrementan en función del número de víctimas. Además, al igual que el homicidio voluntario, acarrea un strike en virtud de la Ley de los Tres Delitos y Fuera.
- Homicidio vehicular. Art. 192 c. PC. Ocurre cuando un individuo le provoca la muerte a alguien al conducir de manera ilegal o negligente.
Este hecho punible constituye un wobbler, por lo que puede ser imputado tanto por delito menor, como por delito grave.
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Si enfrenta cargos por este delito es crucial que contacte a un abogado defensor de inmediato, el cual estudiará las circunstancias de su caso con el propósito de ejercer su representación durante el proceso judicial y emplear una estrategia defensiva idónea para que no sea condenado.
Nuestros abogados pueden brindarle el mejor servicio, ya que utilizarán sus años de experiencia y formación, para que se reduzcan los cargos, se desestimen, o sea absuelto de los mismos. Además, puede ejercer el pertinente recurso de apelación si ha sido condenado.
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